La obra para construir un edificio en avenida Mate de Luna 2.036 descalzó la medianera sobre la casa de Ángel “El Mono” Ale, y la derrumbó. Fue anoche y a una semana de que se desplomara el ex cine Parravicini, donde murieron tres personas.

Afortunadamente no hubo víctimas, pero en esa vivienda se vivieron horas de mucha tensión. "Podría haber sido una tragedia", dijo Ale, quien agregó que se socavó cerca de un metro y medio de la pared medianera entre su casa y la obra de construcción colindante.

En ese momento Ale, que cumple arresto domiciliario, estaba en su vivienda con su madre, su esposa (que recibió un golpe en la cabeza), su nuera y su nieta.

“Hay gente responsable e irresponsable, no lo podía hacer entender a Miguel Galindo que estaba corriendo el riesgo una familia. Ahora estoy en Rivadavia y Bolivia por consejo de Defensa Civil” dijo "El Mono" Ale.

Cómo fue la discusión

- Yo vengo a poner la cara -dice Galindo

- Yo le voy a decir una cosa a usted. Aquí han cavado para abajo (de mi casa) -sostiene Ale.

- No, no. Me dejás hablar... Mirá: (se hizo) igual que como está allá -dice Galindo, señalando el lado este de la obra en pozo, que ahora se ve desde la cocina-. Ya vas a ver cuando saquemos todo el escombro. Ahí se ha cortado la pared y ha empujado todo el asunto.



Después, el diálogo fue imposible. El constructor trató de brindar explicaciones respecto de lo ocurrido, pero Ale manifestó ofuscado que se había obrado de manera indebida, en desmedro de su vivienda. Y acusó a Galindo de mentirle y de subestimarlo con las explicaciones que daba.

- ¿Sabe qué es lo que usted no quiere reconocer? Yo no le voy pedir un centavo de más. Me cago en la plata. A usted le interesa la plata: a mí no me interesa. Mire lo que le digo. ¡Toda la mía me la he ganado laburando! -grita Ale.

- ¡Soltame, por favor! -pide Galindo.

- A través de los irresponsables esos que han socavado para abajo (de mi casa) se podrían haber muerto mi nieta, mis dos hijos, mi madre, mi esposa y mi nuera. Eso nada más. Pero no me quierás decir otra cosa porque no te voy a escuchar porque vos me venís a querer mentir.

- No hablemos delante del periodismo -lo interrumpe el ingeniero.

- ¿No hablemos delante del periodismo? Yo hablo delante de quien sea -lo desafía Ale.

La discusión se mantuvo áspera. Ale planteó que el edificio que flanquea su casa al oeste, y cuya estructura ya está levantada, no le ocasionó ningún inconveniente.

Galindo explicó que a su obra la afectó la lluvia y reivindicó que estaba allí dando la cara. También aclaró que él correrá con todos los gastos de los materiales y de la mano de obra para la reparación.


Puntualizó además que, cuando el clima mejore, se podrá indagar lo ocurrido. Aclaró que el ruinoso garaje es la parte “riesgosa”, pero que el resto de la casa no.

El debate pasó a la cuestión de cuáles eran las paredes sobre las que cargaba el techo de la casa. Y mientras subía el tono de los desacuerdos, intervino Juan Facundo Ale.

- Vos sos el que se “moquiao” dentro de todo, loco -increpó a Galindo-.

- Momentito, no es cuestión…

- Si se muere mi hija, yo te mato a vos y a toda tu familia.

“El Mono” se interpuso y pidió ir a ver la pieza de su madre.

- Este cree que yo le quiero sacar ventaja. Esa es la calentura que yo tengo con usted -le dijo Ale a Galindo-.

Yo no quiero sacar ventaja de nada. Yo lo que quiero es que usted, en la próxima obra que haga, no ponga en riesgo a la gente. Yo soy ‘El Mono’ Ale. Tengo cartel de “Peligroso”. ¿Pero sabe cuándo reacciono yo? Cuando me hacen algo. Puedo llegar hasta las últimas consecuencias. ¿Me entiende, amigo? Pero no hago daño gratis. En mi vida he hecho daño gratis. ¿Y con quién he tenido problemas? He tenido con los Gardel y con los Atila problemas yo. No he tenido con gente bien.

- Bueno, ya está. Calmate.

Luego, antes de que se se vaya Galindo y uno de sus arquitectos, uno de los hijos del "Mono", impulsado por la bronca, le propina una trompada.